Strange Days en Paraguay: Crónica de una noche de los 60’s

El 17 de julio se vivió uno de los mejores shows tributo a la mítica banda The Doors, Strange Days no defraudó.
Desde aproximadamente las 21:00 hs. los fanáticos vestidos con remeras alusivas a The Doors llegaban al Teatro del Banco Central del Paraguay, hombres y mujeres que nacieron en distintas épocas se reunían para disfrutar de una noche que prometía, las ansias por escuchar ese sonido de los 60’s era el factor común que los movía.
21:30 hs. Las puertas se abrieron y el público sediento de rock comenzó a ubicarse en las butacas del teatro que se envolvía con sonidos tenues de música instrumental. Pasaron minutos de las 22:00 hs., y aunque algunas butacas aún no se rellenaban, se observaba que bajo el telón del escenario había movimiento de personas, Strange Days ya estaba listo. Las luces se apagaron y la noche de los 60’s iniciaba.
Strange Days saltó al escenario con ese sonido inconfundible de The Doors, la guitarra, la batería, el teclado se fusionaban llevando a los oídos la canción “Break on Trough” hasta que Jason Tosta (vocalista) ingresó al escenario y se complementó con sus compañeros con una voz que sorprendió a muchos, la calidad vocal era sorprendente, al cerrar los ojos uno estaba escuchando a The Doors luego al abrirlo estaba viendo a Strange Days.
Jason deslumbraba a los espectadores con una danza la cual el mismo solo puede hacerlo mientras sus compañeros de banda lo acompañan, esos mismos movimientos con los que Jim Morrison enamoraba a sus fanáticos eran los que en esa noche se estaba reviviendo. El vocalista recorría el escenario con pequeños saltos y giros sobre sí mismo acompañado de sus dos armas letales, el micrófono y su voz. Cada integrante de la banda cumplía con su cometido, tenían al público a sus pies.
El público desde sus butacas gritaba, realizaban los pedidos de canciones, Jason interactuaba con ellos desde el escenario haciendo cumplir los pedidos de los fanáticos.
El tecladista Michael Jacobson sorprendía con su solos en la canción “Love me two times”, el vocalista no desentono luego con “L.A. Woman”, hasta que un ambiente con sonidos de tormenta ahogaba el silencio con “Riders on the Storm”.
Sin duda los mejores clásicos de The Doors se revivían con una calidad inmejorable, sorprendían con “Touch Me” donde Jason deslumbraba con su peculiar baile.
“Let it roll baby roll, let it roll all night long” coreaba el público junto con Jason durante la canción “Roadhouse Blues”. Se hizo una pausa de unos segundos y Strange Days comenzó cerrar un show fantástico con el solo de teclado en el inicio del clásico “Light my fire”, donde el público junto a Jason daban el frito de “fire” para que el tecladista y el guitarrista intercalasen tiempos en donde cada uno se destacó con solos de sus respectivos instrumentos mientras el cantante se acercaba al baterista en su escenario individual para que nuevamente deslumbre al público con su danza única.
El teatro se recargo de aplausos de los fanáticos mientras Strange Days se situaban en el centro del escenario para despedirse, juntos tomados de los hombros hicieron una reverencia al público y se despidieron de ellos dejándolos satisfechos y con un show que para la mayoría fue inolvidable. Las luces se encendieron y las personas empezaron a abandonar sus butacas.
Ya fuera del teatro, entre las personas se escuchaban comentarios como “No pensé que tenía esa voz el cantante, realmente me sorprendió”, “Estuvo muy bueno el concierto”, claras declaraciones de que vivieron uno de los shows de tributo más sorprendentes ya que Strange Days logró transmitir esa magia que alguna vez en otro tiempo The Doors transmitió a sus fanáticos.
Aquí les dejamos una pequeña muestra de lo que se vivió con el super clasico Light my fire, que lo disfruten.
https://youtu.be/bH3V0fIwLmg