#UnAñoDeRock: El concierto con el que ardió el Casco Antiguo de Asunción

Apenas 2 minutos habían pasado de las 23:00 y en el main stage montado para el aniversario de St Patrick’s Irish Pub empezaban a notarse movimientos sospechosos que elevaban la adrenalina de más de uno. De pronto, los muchachos de Bohemia Urbana ya se encontraban en escena, haciendo lo que más les gusta.

En un breve setlist resumieron sus 13 años de carrera, en dónde temas clásicos supieron fusionarse con lo mejor de su último trabajo discográfico: El Ritual del Tereré. Con el marcado estilo – bien a lo paraguayo – que los caracteriza, Jaime Zacher y su elenco hicieron vibrar a toda la afición, con la que interactuaron en reiteradas ocasiones. El Casco Antiguo explotó de euforia al ritmo de Kill ombo, tema con el que dieron cierre a su performance.

Las luces se apagaron y, luego de unos efímeros 10 minutos, la magia regresó al escenario. Esta vez, de la mano de Pedro Lerea y todo el equipo de Pipa para Tabaco, quienes con un recorrido por los grandes hits de su repertorio hicieron que el público coree todos y cada uno de sus temas. Los infaltables se hicieron presentes y las letras de La Manzana, Princesa Maya, Mata mi dolor y Cómo no extrañarte resonaron en las más de 1000 voces que se encontraban en el lugar. Y, como no podía ser de otra forma, el tema elegido para despedirse fue Todo biento.

La previa más cercana al plato de fondo de la noche estuvo a cargo de Javi Zacher, Willy Chávez y los muchachos de Salamandra, quienes irrumpieron el escenario al ritmo de Estás. Haciendo lo que saben, los oriundos de Ypacaraí lograron controlar la ansiedad de un Casco Antiguo sediento de rock con sus mejores canciones, entre las que destacaron Canción corta para los amigos, El avión, Arrójame al infierno, Disomnilan, Finnito y el nuevo corte recientemente lanzado en su ciudad natal: Solito. Las luces se apagaron por última vez y en cada uno de los presentes ya se palpitaba lo que venía a continuación.

Faltaban pocos minutos para que el reloj marque las 02:30 am y en medio de la oscuridad del escenario se divisó – de pronto – una figura alta y de larga cabellera. «Vos sabés, Calavera…» se le escuchó decir a capella y las luces confirmaron las sospechas: Manu Quieto y La Mancha de Rolando abrían el concierto más esperado de la noche con uno de los éxitos más grandes del rock argentino.
Recién llegados de México y en plena gira por la Argentina para promocionar su último disco «Los libres», los muchachos de MANCHA DE ROLANDO Oficial ofrecieron un show cargado de emociones y la mejor onda. En constante interacción con su público, Manuel se mostró agradecido en todo momento, resaltando la calidez y «polenta» del público paraguayo.

Y con un setlist que no defraudó, supieron mantener al Casco Antiguo – repleto para ese entonces – de pie durante la casi hora y media de concierto que dieron. Los temas más recientes como Los Libres, Olvidarte, La Primavera, No me dejes coexistieron de forma 100% armónica con los siempre vigentes Chino, Antes, Santa María, Carolina, Cabrón, Dónde vamos , Muy lejos, entre otros.
Sin dudas, el momento más emotivo de la noche se dio durante una improvisación instrumental cuando, luego de perderse de la vista de todos por unos segundos, el vocalista aparece en medio de la multitud – con guitarra en mano – e incluso accede a tomarse fotos y compartir cerveza con los fans.
Pasada la hora de show, y con la interpretación de Arde la Ciudad, parecían despedirse. Luego de un breve encore y al ritmo de «Una más y no jodemos más» que resonaba en más de mil gargantas, vuelven a pisar el escenario para hacer bailar a todos los presentes durante casi media hora más, con una selección de covers de rock argentino, que incluyó Lamento Boliviano (Enanitos Verdes). Matador (Fabulosos Cadillacs), El rebelde (Caminito) – (La renga) y Sigue girando – (Ratones paranoicos).
La presentación cerró poco antes de las 4:00 am y los muchachos de La Mancha se despidieron efusivamente, prometiendo volver, y dando lugar a DJ Ariel Gómez y B2B DJ RED-R, con quienes la fiesta de aniversario de Saint Patrick’s siguió hasta el amanecer.